El exilio de los elfos nobles es parte del Capítulo I de la Historia de Warcraft aparecida en la página web de World of Warcraft. Se trata a su vez de una revisión de la historia recogida en el manual de Warcraft III: Reign of Chaos bajo el nombre El Exilio de los Altos Elfos, adaptando nombres y lugares a como se llaman en la actualidad.
Con el transcurso de los siglos, la nueva sociedad de los elfos de la noche se fortaleció y se expandió por el bosque en ciernes conocido como Vallefresno. Muchas de las criaturas y especies que abundaban antes del Gran Cataclismo, como los fúrbolgs y los jabaespines, reaparecieron y prosperaron en aquellas tierras. Bajo la benévola mirada de los druidas, los elfos de la noche disfrutaron de una era de paz y tranquilidad sin precedentes bajo las estrellas.
No obstante, muchos de los Altonato supervivientes estaban cada vez más inquietos. Al igual que Illidan, tuvieron que retirarse ante la pérdida de sus codiciados poderes. Se vieron tentados a extraer las energías del Pozo de la Eternidad y reiniciar sus prácticas en el terreno de la magia. Dath'Remar, el extrovertido líder de los Altonato, empezó a burlarse abiertamente de los druidas, llamándolos cobardes por negarse a utilizar la magia que consideraban suya por derecho.
Malfurion y los druidas hicieron caso omiso a los argumentos de Dath'Remar y advirtieron a los Altonato que cualquier uso de la magia sería castigado con la muerte. En un insolente y desventurado intento de convencer a los druidas de revocar sus leyes, Dath’Remar y sus seguidores desataron una terrible tormenta mágica sobre Vallefresno.
Los druidas no podían soportar la idea de ver morir a los suyos, por lo que decidieron desterrar a los insensatos Altonato de sus tierras. Dath'Remar y sus seguidores, satisfechos por librarse al fin de sus primos conservadores, embarcó en varios navíos especialmente diseñados y se fue a recorrer los mares. Si bien ninguno de ellos sabía lo que les aguardaba al otro lado de las aguas de la tempestuosa Vorágine, deseaban fundar un nuevo territorio en donde poner en práctica sus codiciados poderes con total impunidad.
Los Altonato o Quel'dorei, como Azshara los había llamado en épocas pasadas, desembarcaron en la tierra del este llamada Lordaeron por sus habitantes. Planearon construir allí su propio reino mágico llamado Quel’Thalas, rechazando los preceptos de los elfos de la noche que los hacía venerar a la luna y a desarrollar actividades nocturnas. De ahí en adelante, adoraron al sol y se llamaron a sí mismos altos elfos.