Autor Tema: Los Renegados (Parte I)  (Leído 1328 veces)

Lilith

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Los Renegados (Parte I)
« en: 01 Febrero, 2015, 13:08:55 »
La mayoría de las razas de la Horda (Orcos, taurens, elfos y trols) tienen miles de años de historia, en la que sus costumbres, organizaciones y miembros tienen un sentido de que sus raíces son muy profundas. En cambio los renegados son relativamente nuevos, y hace apenas unos 25 años (en la linea de tiempo Warcraft) que han formado su propia cultura. Cuando World of Warcraft fue lanzado, había una raza nueva, desconocida para muchos y extraña para otros… Para aquellos que ya habían jugado Warcraft III el que los renegados pertenecieren a la Horda era algo confuso, ya que aunque se habían librado de la maldición del Rey Exánime, no eran precisamente unos “chicos buenos”. Que pudo llevar a Thrall, un orco que es reconocido por su bondad, a pactar con una raza que conoce las formas mas refinadas de maldad?…

Posiblemente sea mas un pacto de mutua protección, a ninguno de los dos le sirve que la Alianza recupere Lordaeron, pero aun isa hay cierto rechazo hacia los renegados incluso dentro de la Horda. Esto se muestra en el juego, ya que mientras que si un jugador usa un Tauren, trol y orco tendrá en el inicio la reputacion amistosa con Orgrimmar, Cima del Trueno y Sen’jin… Esto no parece ser igual con los renegados, que comienzan con un nivel neutral. Sin embargo, existen excepciones, los Taurens, particularmente Magatha Grimtotem, parecen interesados en trabajar con los renegados para encontrar una cura a la no-muerte que les afecta.

Mientras que su tiempo sobre Azeroth ha sido relativamente corto, han logrado muchas cosas importantes en ese poco tiempo, gran parte de ello se debe a su lider, la Dama Oscura Sylvanas Windrunner. Sylvanas tenia ya varios logros antes de convertirse en la Reina de los Renegados, y no hay dudas que sin su liderazgo, no habrian alcanzado muchos de los descubrimientos.
Sylvanas, una de las tres hermanas Windrunner, miembro de unas de las familias de la Alta Nobleza, vivió su infancia y juventud en la Aguja Windrunner en el reino de Quel’thalas. Con el tiempo se enrolo en Los Forestales, y rápidamente se la nombro Comandante de las fuerzas de Quel’thalas. Durante la Segunda Guerra, ella y sus fuerzas defendieron con valor las fronteras de los ataques de la Horda, que intentaba quemar los bosques para poder entrar a su reino. Luego de la retirada de la Horda, Sylvanas permaneció con sus forestales protegiendo las fronteras de cualquier posible amenaza. Todo estaba en una relativa calma, hasta el día funesto en el que Arthas arribo a Quel’thalas. Su objetivo era el Pozo del Sol, para asi poder resucitar al Archimago Kel’thuzad, nada podría detenerlo de alcanzar su objetivo.

Aunque Sylvanas y sus fuerzas intentaban hacer retroceder a Arthas a cualquier costo, la plaga avanzaba de forma lenta pero segura, arrasando todo a su paso. Todas las fuerzas de Sylvanas fueron asesinadas, y en el ultimo momento, la misma Sylvanas enfrento a Arthas. Ya sin fuerzas, Sylvanas fue mortalmente herida, entonces el reclamo a Arthas una muerte limpia y rápida, se la merecía… En cambio el odio dentr0 de Arthas hizo que otro destino le esperara a Sylvanas…

De acuerdo con la “historia oficial” del gobierno de Quel’thalas, Sylvanas lucho valientemente contra la plaga, y murió dando su vida por su reino, su cuerpo fue quemado para evitar que fuera profanado. O al menos eso pensaron muchos Quel’dorei. Arthas la torturo de formas inimaginables, matándola y luego trayendola de nuevo, corrompiendo su alma y su cuerpo de tal forma que se convirtió en la primera Alma en Pena o Banshee. Como miembro de la plaga, no pudo hacer nada para luchar contra el control que el Rey Exánime (y por consiguiente Arthas mismo) ejercía sobre ella. Y fue ella misma que lucho contra los ejércitos que defendian Silvermoon y la isla de Quel’danas, destruyendo el Pozo del Sol, la principal fuente de energía mágica de los Quel’dorei.
Sylvanas se convirtió en una de las generales de mas poder al mando de las tropas de Arthas, forzándola a cumplir su voluntad. Pero el esclavo de Arthas no permanecería asi por mucho tiempo. Luego de que Arthas destruyo todo Lordaeron, reduciendo a cenizas el reino de su padre, sus fuerzas comenzaron a disminuir. Esto era debido a los intentos de Illidan Stormrage de destruir el Trono Helado, por eso los poderes de Ner’zhul comenzaron a debilitarse. De pronto, Sylvanas ya no estaba bajo el control de Arthas. Sin mas que decir, su primera acción fue intentar asesinarlo… Bueno, exactamente quería “torturarlo lentamente” como él hizo con ella. Sylvanas recupero su cuerpo, dejando de ser solo un fantasma. Junto con sus Banshees, Sylvanas embosco a Arthas, pero Kel’thuzad desbarato los planes de la Dama Oscura y salvo a Arthas… luego de este, el que pronto seria el Rey Exánime se embarco hacia Northrend.

Sylvanas había fallado, no solamente en su intento de matar a Arthas, sino que todavía era una abominación, algo anti-natural.

Vamos a apartarnos un poco y observarlo de forma general. Imagina que tu eres una persona que vive, respira, come y trabaja pacíficamente, eres feliz, tienes una vida tranquila, de pronto un dia te mueres… Pero en vez de ver “la luz al final del túnel” eres forzado a volver a la vida, pero ahora eres algo monstruoso, ya no eres la persona que eras, y para peor te obligan a matar a aquellos a los que alguna vez amasteis, claro que no eres consciente de todo esto, estas en un “modo automático”. Pero de pronto, un ida, sales de ese modo automático y recuerdas todo. Que hiciste, a quien mataste y lo que eres. Y ahora eres capaz de tomar tus propias decisiones y tratas de enmendar todos los errores que cometiste.

Todavía eres un cadáver, una monstruosidad andante que causa pánico y horror allá por donde pases. Eras parte de un ejercito que asesino a miles y miles de personas, muchas de las cuales quizás tu amaste o cuidaste con tu vida. No puedes volver a la vida ya que no estas realmente viva. Y no puedes hablar con aquellos de tu familia que continúan vivos ya que causas horror y repulsión.

Estas, en una palabra, atrapado. Estas maldito, debes caminar por el mundo y jamas morir, solo tienes dos opciones; La primera es olvidarte de todo y caer en la desesperación. Y la segunda es buscar a quien te causo eso, asegurándote de enseñarle un dolor que nunca haya experimentado, forzándole a que te pida que lo mates. Si puedes entender todo esto… Bienvenido al mundo de Sylvanas Windrunner.
Sylvanas sabe lo que es ser un esclavo sin mente ni voluntad, y definitivamente no dejara que eso le suceda de nuevo. Pero ella no era la única que buscaba la caída de Arthas. Los señores del terror apostados en Lordaeron, Varimathras, Detheroc y Balnazzar, también querían ver al príncipe caer. Luego de la derrota de Archimonde en Hyjal, Arthas se declaro (y por consiguiente el Rey Exánime) que ya no servia mas a la Legión Ardiente. Los señores del terror huyeron al enterarse de esto, pero planearon el derrocamiento de Arthas, y para ello querían que Sylvanas trabajara para ellos como si fuera una esclava.

No hay que decir que esto no sucedió. La antigua Quel’dorei no era solamente una elfa mas, era una líder innata, alguien que conocía el arte de la guerra y la estrategia. Lo primero que se dio cuenta es que ella no era la única, ciento y cientos de no-muertos habían sido liberados del yugo del Rey Exánime, y ahora trataban de buscar su sentido de existencia. Todo lo que necesitaban era a alguien que los guiara, y mantuviera en ellos una causa por la que luchar. Los ejércitos de Sylvnas no solamente derrotaron a los señores del terror y recuperaron Lordaeron, sino que también capturo y domino a uno de los señores del terror, Varimathras. Los Renegados se movieron hacia la ciudad capital, aniquilando cualquier cosa que se les opusiera a su paso.
Existen muchas opiniones acerca de la cruzada que llevaron a cabo los renegados. Sus acciones son muy difícil de olvidar para los humanos, pero todo depende desde la perspectiva con la que se mire, para la Alianza los renegados no son mejores que los no-muertos sin voluntad del Azote. Los renegados piensan que los conflictos es algo inevitable, y en vez de tratar de llegar a un acuerdo, simplemente mataban a cualquiera que se les interpusiera en su camino.

Sylvanas Windrunner, Reina de los Renegados, la Dama Oscura que los guio a la victoria, reclamo la antigua ciudad de Entrañas y comenzó a trabajar para que su gente jamas tuviera que estar bajo la amenaza de los vivos. Para esto forjo una alianza con la Horda. Existen varias razones por las que se formo esta alianza, pero ninguna ha sido confirmada como absolutamente ciertas por Blizzard. Por un lado estaba el problema de la conveniencia mutua, a los renegados le servia la protección que la Horda podía otorgar, y a la Horda le convenía tener un punto de apoyo para sus fuerzas en los Reinos del Este, por otro lado la Horda tenia cierta simpatía a aquellas razas que parecían buscar una redención, en parte porque los orcos mismos la buscaban. Y existe otra razón, es que muchos de la Horda pensaban que quizás podían encontrar una “cura” para la no-muerte que los afectaba.

A pesar de las alianzas, había muy poca confianza entre los renegados y el resto de la horda, debido a su origen. Sylvanas tenia un ultimo destino para su gente: la destrucción del Rey Exánime. La furia y el odio que tenia la Dama Oscura hacia Arthas era inmenso. Pero incluso varios miembros de los renegados no tenían aprecio ninguno por la vida, mostrando que muchas de las pruebas de los renegados eran crueles.




Todas las ratas de los sótanos se venden por un queso