Esta es la historia de un hombre común, un hombre tan común que ni su nombre es reconocido. Probablemente lo has visto caminando por las calles de Ventormenta, o por los caminos de Elwynn, pero repito es tan común que es muy seguro que no lo has notado.
Este hombre nació creció y se educo (en la medida que una familia de campesinos podría educar a su hijo) detrás de las murallas de Ventormenta. Su padre era un humildes pescador, por lo que pasaba mucho tiempo fuera de hogar, su madre trabajaba como costurera en el aserradero al este de Ventormenta , cerca del camino a las Montañas Crestagranas.
Niñez
Era una familia muy religiosa, no había domingo que sus padres no llevaran a este singular personaje a la iglesia, quizás por costumbre de familia, quizás sus padres querían darle una lección sobre un Dios o un ser que diera esperanza, ciertamente este personaje no le podía importar menos, el solo quería salir de ahí y jugar con los demás niños a ser poderoso guerreros del orgulloso ejercito de Ventormenta.
En una ocasión, este singular personaje recuerda como en la plaza mayor ejecutaron a un vulgar ladrón de Defias el tenia en el cuello de su camisa un peculiar símbolo de grifo, al ver la escena muchas preguntas llegaron a su cabeza "¿Tendría el familia? ¿Que lo llevo a esa vida? ¿Hubiera habido una mejor solución?" ciertamente este común personaje tenia un corazón noble, pero Azeroth no es un lugar para corazones nobles.
Adolescencia:
Con mayor madurez, este personaje sabia lo que quería, el quería luchar por un mundo mejor, al crecer en Ventormenta los jóvenes activos y sanos siempre son requeridos para asuntos de batallas, especialmente con el constante temor por la temible Horda. No tomó mucho tiempo para ser llamado como escudero de guerreros y campeones . Siempre recordará su carta de aceptación "Felicidades joven, usted tendrá el honor de colaborar con valientes héroes que servirán al ejercito de Ventormenta, así como usted sirve a su país al asistirlos, deberá presentarse en el bastión de guerra a las 3 am del siguiente día". Dos pensamientos cruzaron por su cabeza "3 AM Dioss que temprano" el 2° "¿Los mismo héroes que ejecutaron a ese joven aquella vez?" siendo un personaje tan singular, cuestionaba muchas cosas.
Adultez
Cuando esté joven se convirtió en un hombre, sus talentos (comunes talentos, como llevar agua al campeón que asistía, o llevar su escudo y espada) nuevamente fueron requeridos. Su padre murió de un infarto en su casa, su viuda madre encontró un nuevo amor y se mudó al lejano desierto de Tanarís, su nuevo amor era un comerciante muy ocupado y su mayor comercio se encontraba en una ciudad poblada por goblins. Como decía, sus talentos fueron requeridos igual que muchos jóvenes con comunes talentos, en tiempos de guerra, hasta un hombre que nunca ha sostenido un arma es llamado como soldado. Los ladrones de Defias habían hecho una avanzada a la Colina del Centinela, en los Paramos del Poniente.
Los desesperados lideres hicieron una llamada de emergencia a Ventormenta y nuestro sencillo personaje fue enviado en la 3° caravana de auxilio. Mientras las carretas con suministros se movían, pasaron por una aldea, se veía pacifica, se veía tranquila, había una gran taberna, frente a ella estaba la herrería principal; a unos metros se podía notar otra casa y algunos pescadores aficionados en un pequeño lago. Con celos y nostalgia, nuestro sencillo personaje suspiro y cerró los ojos, soñando estar ahí y no a la muy segura masacre que se avecinaba.
Acercándose, aproximadamente a 2 kilómetros de la Colina del Centinela, escucharon un cuerno, "Woohhmmm" sonó una vez, el que sonara una vez, significaba alerta entre los ladrones... "Whoohmmmm" sonó una segunda vez, 2 veces significaba alistar las defensas, pero sonó una tercera vez "Whooommm" y con ella ¡Infinidad de gritos de ira! se podían escuchar insultos, incluso nuestro personaje aprendió un par de insultos que nunca había escuchado; 3 veces significaba cargar contra el oponente, usualmente cuando sonaba una 3° vez era por que los bandidos superaban en numero a sus enemigos y 9 de 10 veces no dejaban prisioneros.
Los temerosos soldados, incluyendo nuestro singular personaje temblaban, nunca habían estado en una batalla real, nuestro personaje comenzó a sentir una adrenalina intensa... todo se puso en cámara lenta, mientras una fría gota de sudor bajaba por su espalda, admiró a sus compañeros, todos sabían que no iban a volver, su muy tranquilo (tranquilo para esa situación) capitán bajó de su caballo y con un firme mas no grosero ladrido dijo "¡Soldados! a sus posiciones". "Vaya, ¿así se ve una persona que acepta la muerte como parte de su vida?" Pensó nuevamente nuestro sencillo, ahora mas complejo personaje.
Se podía oler la sangre y la ira en el aire, ahora ha 1 kilometro podían ver a los enemigos cargando contra ellos, ninguno iba a caballo, ellos solo eran un pequeño grupo, ¿para que gastar recursos?. Se podían contar mas de 40 enemigos, mas de 40 contra solo unos 20 inexpertos hombres, con deseo de volver con su esposa he hijos, o quizás solo a volver para tomar una copa mas en la taberna, ciertamente no importaba... era seguro que morirían.
A solo 500 metros de comenzar la refriega, los primeros soldados desertaron, corrieron como el viento; literalmente corrían por su vida, nuestro personaje envío una preocupada mirada al capitán, mas el seguía tranquilo... tan tranquilo como una hoja en un quieto estanque, era claro que el sabía que en ese punto muchos huirían, el no detendría a esos hombres, el sabía que seria su ultima batalla, quizás no la ultima para ellos si corrían lo suficientemente rápido.
A solo 300 metros de comenzar el encuentro, los sanguinarios bandidos se detuvieron, un familiar hombre salió de entre los ladrones, siendo apoyado por los gritos barbaricos de sus compañeros dio unos pasos al frente y gritó "1 oportunidad" "Envíen a su mejor soldado, si me entretiene les daré 1 oportunidad de que por esta noche sean nuestros esclavos" por supuesto, los inexpertos soldados dieron un paso atrás, pero en menos de lo que nuestro protagonista pudiera parpadear, su capitán caminaba al centro.
Esos segundos mientras el caminaba, se hicieron eternos para nuestro personaje... "¿Vinimos a detener el derramamiento de sangre, derramando sangre?" "¿Por que ese hombre se me hace tan familiar?" *Slash* sonó el viento cuando el capitán tiró un tajo casi certero al bandido, siendo muy veloz lo esquivó, el bandido sostenía 2 espadas cortas, con 1 símbolos en cada espada, el llevaba una camisa verde de botones abierta, un pantalon corto, unas botas negras y por supuesto el característico pañuelo rojo, el capitán sostenía una espada ya gastada casi tan grande como el, el era un hombre alto, 1.90 de altura, era fuerte tenia un bigote, de la clase de bigote que te da confianza. *Chiss* *Chass* Se escuchaba como el bandido detenia en varias ocasiones el gran sable, mientras la pelea seguia, nuestro singular personaje no dejaba de pensar que tan familiar era ese hombre, hasta que de pronto... "Ughhhhhhhh" se arrodilló el capitán con una espada clavada en su hombro izquierdo, las nubes eran grises, parecía que iba a llover, el aíre permanecía caliente... y lentamente comenzaron a caer rojas y tibias gotas de sangre desde el brazo del valiente Capitan. "MATALO" "DEGOLLALO" "ABRELE EL ESTOMAGO" gritaban los incultos bandidos, 2 mas soldados desertaron y corrieron con un pánico tremendo, así hasta que solo 5 soldados incluyendo a nuestro singular personaje quedaron presenciando tan atroz escena.
Confiado el lider Defias, se acercó sonriente y con aire de victoria hacia el capitan ya vencido, alejó la gran espada del capitán a un lado y muy cerca le dijo " No me entretuviste tanto Viejghhhhggl!" el capitán furioso con la otra mano lo levanto del cuello, sus pies sostenidos en el aíre agitándose mostraban la desesperación del ya no tan confiado líder, los soldados animaban al capitán con jubilo, todos menos nuestro singular personaje. El miraba la escena escéptico, asqueado... "¿es la unica solución?" pensaba... el capitán tiró al bandido, rápidamente sacó el sable de su hombro y con un grito furioso, lo clavo en el estomago del líder; ambos cayeron al suelo.
Un largo silencio se escucho entré los bandidos y los soldados, mientras frías gotas comenzaron a caer poco a poco en tal violenta escena, los bandidos ya dispuestos a matar al moribundo capitán y a los soldados restantes comenzaron a preparase, pero nuestro personaje dio un paso... y otro... y otro... caminando hacia los 2 heridos guerreros, mientras los truenos se escuchaban, el personaje lloró, no era un llanto como cualquiera que usted lector haya visto jamas, era un llanto silencioso, sin embargo ese día ese llanto se escuchó en todo Azeroth, no es algo capaz de explicarse con palabras. 3 ladrones de defias dieron unos pasos adelante, pero nuestro personaje lanzó sus armas al piso y siguió caminando. Los bandidos no sabían que pasaba, pero algo similar a una flecha atravesó su corazón al ver a nuestro personaje en el suelo tomando a cada guerrero herido en cada brazo. Nuestro personaje alzó la vista hacia los soldados de Ventormenta conmovidos y los bandidos confundidos, con una mirada capaz de quemar cualquier ciudad y capaz de consolar a una madre que hubiera perdido a todos sus hijos en guerra; "Hoy un hermano llora, un hijo perderá a un padre y una madre perderá a su tesoro mas grande" "Pero hoy haremos la diferencia" dijo el determinado personaje.
Confundidos por esas palabras los presentes, atestiguaron como una luz blanca descendió del cielo sobre los 2 moribundos guerreros y mientras nuestro personaje recitaba unas frases, los guerreros comenzaron a ponerse de píe. Algunos mencionan ese suceso como un milagro de como el personaje oró a los Dioses y ellos le favorecieron, otros aseguran que el vendió su albedrío al demonio por salvarlos, pero algo es seguro; si se hiso la diferencia ese dia.
Luego del milagro ocurrido el bandido líder ordeno a sus tropas retroceder y volver a la guarida, se detuvo el asedio a la Colina del Centinela, silencioso pero agradecido el capitán ordenó a los soldados volver y contar a todo el pueblo lo sucedido mientras el mismo escoltó a nuestro personaje a una audiencia con el Rey; el Rey escuchó la hazaña y quiso recompensar a nuestro ya no tan sencillo personaje. "Pide lo que quieras y si está en mi poder te será dado... ¿ehhm cual es tu nombre?" Ignorando la pregunta nuestro personaje dijo "Cuando íbamos de camino vi una aldea ¿cual es su nombre?" sorprendido el Rey dijo "¿Villa Dorada?, ¿quieres que herede sus tierras para ti?" el ahora muy reconocido personaje dijo "Rey, he tomado un voto de paz, no derramaré sangre de ningún tipo, ahora seré llamado como la aldea misma Villa Dorada, permitame ser el principal sacerdote de ese lugar, para guiar a los héroes al bien y proteger a los habitantes" el complacido Rey exclamo -Que así sea "VillaDorada", se te será dado así como pides, te proclamo sacerdote principal de la aldea de Villa Dorada.
Hoy en dia podemos encontrar al singular sacerdote "Villa Dorada" en Villa Dorada (confuso ¿no?), ayudando al necesitado, aconsejando al perdido, financiando al desesperado, no dudes en pasar ahí de vez en cuando, sin duda te saludará y te dará una mano.
Explicaciones:
1-El los sanó (El lider bandido y capitan) por que recordó en una de sus muchas visitas a la iglesia en su niñez palabras para sanar dependiendo de la ayuda de Dios, claro apto para un sacerdote.
2-El simbolo que tenia el lider bandido, era el mismo que el bandido que ejecutaron en Ventormenta cuando "Villa Dorada" era niño, ellos eran familia.
3-Villa Dorada es mi personaje rolero, aveces estoy en Villa Dorada cuando puedo conectarme ñ.ñ.
4-El padre Villa Dorada organiza torneos pvp, clandestinos para financiar las ayudas a los viajeros, pronto el padre estará enviando invitaciones al próximo torneo de picaros, si tienes un picaro y quiere registrarlo al torneo envíame un correo en el juego ñ.ñ.
Saludos.
Tema: Un simple Padre, en una Simple Aldea. (Villa Dorada) (Leído 8487 veces)
