Pasado: Blacksnou era un pequeño elfo cuando la cruzada escarlata se había levantado contra el Rey Exánime y todas sus fuerzas.
Su padre, un guerrero veterano y su madre, una elfa druida bastante malherida tras la guerra contra Kel'Thuzad y sus sirvientes alistaron a este joven druida a la Cruzada Escarlata, para vengar a Lordaeron y todo su pueblo del daño causado por El Joven y Traidor Arthas.
Mientras crecía, Blacksnou iba mejorando sus habilidades de relaccionarse con la naturaleza, hasta el punto que consiguió adoptar la forma de varias criaturas del bosque... que le servían para poder escabullirse entre la maleza y hacer fuertes emboscadas a grupos de hordas y no-muertos.
Desde pequeño, sentía una fuerte pasión por la costura de ropas y trajes, por lo que decidío hacerse peletero y hacerse sus propias armaduras... pero para eso... debía de matar animales para arrancarles la piel... Cosa que no le gustaba mucho.
Siempre que podía iba a plazas de mercaderes u otros mercadillos para comprar pieles, pero con la gran escasez de cazadores de la época decidío el mismo ir a cazar.
Tanto matar animales aumentó su rabia, porque si Arthas no hubiera traicionado a su reino, el no estaría matando pobres animales para crearse las armaduras que usaría en el combate contra el traidor.
Presente: Tras la derrota de Arthas y todos sus esbirros, Blacksnou es ahora un joven druida, fiel a la cruzada y a sus líderes.
Con la ruptura de la Cruzada Escarlata, siguio a sus líderes... Lilith, Shadowye, Laguna, .... en busca de la paz.
Aunque la paz no duraría por momentos, Alexstrasza les avisó de que deberían de reunir a la vieja Sangre y Honor cuanto antes, ya que un antiguo mal... despertaba en las profundidades de Azeroth! Alamuerte!
Ahora, con la vieja Sangre y Honor, Blacksnou y sus aliados buscan salvar Azeroth y no permitir lo que ya hizo una vez Arthas, matar a cientos de pobres ciudadanos.