Lo tomaré como un me gusta jajaja
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Capítulo 2: Él.El carro se paró cerca de la orilla del río donde había un embarcadero. Nagasakii se fijó bien en la líder, llevaba el pelo recogido en una cola y tenía los ojos azules como el cielo. Le llamó la atención que llevaba un solo pendiente que era de color rojo. La cara de quien dirigía el grupo que asesinó a su padre y la tomó a ella jamás se le olvidaría. El más corpulento de los bandidos cogió a la niña y la dejó en el suelo junto al carro. Los bandidos empezaron una corta conversación.
-¿Para qué queremos tanta calabaza?
-Podemos hacer guisado para 3 semanas con eso.
-¿Y las hierbas? ¿Para qué queremos tanta hierba?
-Deja de quejarte, Bocazas. - dijo la líder - Con lo que sacaremos por la niña no necesitamos preocuparnos por nada más. Coged las hierbas curativas y las calabazas, el resto de hierbas dejadlas, puede que
él nos de un extra por ellas.
Los bandidos obedecieron a su líder.
-Volved a cargar a la niña, patanes, es hora de darnos un paseo por el Bosque del Ocaso.
Bocazas cargó a la niña en el carro de nuevo mientras la líder de los bandidos subía de un salto al carro. En unos momentos, el carro volvía a estar en movimiento con la líder manejando y Bocazas y 4 bandidos más de escolta. Cuando llegaron a los límites del Bosque del Ocaso aminoraron la marcha, era un lugar peligroso para ir sin precaución y más teniendo en cuenta hacia dónde se dirigían. Lo más seguro era seguir el camino principal y no alejarse de las antorchas que habían a los lados o podían acabar en las fauces de los wargen. Seguirían el camino hasta que inevitablemente tuvieran que salirse de este. Llegaron hasta una colina donde pararon. La líder de los bandidos se bajó de un salto. Bocazas cogió a la niña y, echándosela al hombro, se colocó detrás de la líder. A cada lado de esta se situó un bandido y los otros dos bandidos se quedaron guardando el carro y tratando de tranquilizar al caballo cada vez más inquieto por la oscuridad del lugar.
Comenzarón a subir la colina entre la maleza hasta que llegaron a un camino. Bocazas fue a abrir la boca y en ese momento un cuervo chilló y uno de los dos bandidos fue fulminado por un rayo verde. La líder de los bandidos alzó la mano, consciente de que ÉL sabía obviamente que estaban allí. Pronto una silueta apareció por el camino, una figura con una capa negra que le tapaba medio rostro dejando a la vista solo su boca y un único mechón de pelo negro en el mentón. La figura encapuchada alzó las manos emitiendo un aura y detrás de los bandidos apareció una súcubo chasqueando su látigo.
-Te traigo...
-Muéstramela. - interrumpió el brujo, quien ya había visto el cargamento gracias a un ojo de Kilrogg que tenía de centinela.
La líder de los bandidos le hizo una señal a Bocazas para que avanzara y dejara a la niña en el suelo. Nagasakii no paraba de llorar aterrada y las lágrimas se intensificaron cuando se encontro en el suelo frente al brujo, quien hizo una mueca de aprobación al verla. Sin decir ni una palabra más, desató un saco de cuero de su cinturón y se lo lanzó a la líder de los bandidos.
-Hay más.
-No me interesa el resto. - dijo el brujo.
-Wow ¿cómo lo ha sabido? - dijo Bocazas, quien tras decir eso recibió un codazo en el estómago por parte de la líder.
-No hay nada más que hablar. - dijo el brujo - Vete.
La líder de los bandidos corrió colina abajo antes de que el brujo comenzara la masacre. La súcubo agarró el cuello del bandido que quedaba con el látigo e hizo fuerza hasta quebrárselo. Bocazas sacó sus dagas dispuesto a apuñalar al brujo al ver la escena pero en cosa de segundos un rayo venido de la mano del brujo succionó su alma hasta dejarla metida en una gema mientras su cuerpo se desplomaba junto a Nagasakii, quien intentaba taparse la cara con las manos atadas. La súcubo la obligó a levantarse y a mirar al brujo. Este sonreía bajo la capucha de la capa.