El heraldo de los dioses del vacio AbisalPuede que tengas un nivel alto de armaduras. Puede que siempre termines en los más altos rangos en las arenas. Puede que tus espadas sean las mismas que otrora le quitases al mismísimo Illidan, y que el mismísimo Rey Exánime tenga tanto terror de verte a sus puertas, que ponga caramelos en la entrada para que, en su pobre esperanza, tu supongas que es una posada y no lo mates. Y es que puedes ser un veterano en el juego, y tener todos los logros. Pero cuando te cruzas con aquel ser infame, aberrante, detestable hasta el tuétano, pero necesario para un equilibrio que no llegas a comprender; es cuando te das cuenta que aun así, ni un Dios podría ser capaz de enfrentarse a su poder. Ni la luz sacra que alumbra las almas de los paladines más fuertes, ni la magia vil que imbuye de poder la sangre corrupta de un orco desalmado y sádico, como ellos mismos saben ser, pueden contra la voluntad de aquel que controla el destino de las personas que yacen en sus manos.
Y es en ese momento, cuando tus espadas yacen quietas frente a ti, cuando tus pasos se detienen cuales anclajes de plomos. Cuando tus sentidos se detienen, tu corazón se frena en un brusco arranque de confusión e ira, en el que nada más que un silencio absoluto rodea tu mente. Crees que el mundo en el cual tú estás ahora se ha detenido, como si el vínculo que te liga a aquel panorama casi virtual se ha suspendido. Consideras que posiblemente, aquel universo llamado por científicos y astrólogos como AURA posiblemente se ha trasladado al sueño esmeralda por un momento, y solo esta inactivo. Pero no es ese el caso. Es ahí cuando comprendes que aquel ser omnipotente tiene su mirada sobre ti. Ese preciso momento en el que te preguntas que podrías haber hecho mal para que aquel ente cuasi demoniaco te tome en cuenta. O tal vez, simplemente desea tomar tu alma, por que puede. Porque se sabe poderoso, y porque comprende que da igual que haga, un alma menos o una mas no hace diferencia en este universo.
Para ello tu ser habrá sido eventualmente trasladado al plano en el que esta abominación de la realidad vive. Y no importa que hagas, no podrás pronunciar ninguna palabra. No estas silenciado, no estas aturdido. Tu capacidad de expresarte de alguna manera simplemente se ve aislada por completo, consiguiendo así que el pánico te invada. Con su repugnante mirada, de elfo hermoso y a la vez con esa sonrisa casi maquiavélica, aquel ser disfrazado en belleza te impugnara cualquier error que tu insignificante ser haya cometido y solo, solo cuando su voluntad así lo deseara, tus labios se verán obligados a rogar por tu rastrera vida.
Pero cuidado, no debes tomarlo a la ligera, pues este monstruo despiadado no es idiota. Oh no, mucho menos es alguien a quien debas intentar siquiera burlar. Porque, hasta un pícaro avezado no sería rival para su poderosa mirada, y sus capacidades de control del espacio tiempo. Aunque así lo deseara tu corazón, en un desesperado rayo de esperanza, eventualmente entenderás que no hay salida posible, puesto que comprenderás la dimensión de su poder al saberte caído, casi como la multitud de seres muertos a su mano.
Por último, con tu destino determinado, solo te queda ver como los pórticos de este universo llamado AURA se cierran. No, no has muerto, un muerto resucitaría incluso en un ángel de resurrección. Tu alma existiría por lo que no es la muerte. Es más como el destierro total de este universo, la desaparición de todo rastro de tu existencia.
Sé que como muchos, no creerás mi historia, porque es imposible considerar algo tan maravillosamente poderoso y terrorífico como una existencia tangible. Estúpido mortal, cree en lo que más te guste. Pero ten cuidado con lo que haces, pues cuando estés cara a cara con él, lo único que veras será su desquiciada mirada verduzca, y lo único que podrás leer, y el ultimo susurro que tus labios habrán de pronunciar en caso puedan hacerlo serán las letras de su nombre maldito, de aquel al que muchos temen, y que pocos osan pronunciar. Que como lo sé? Porque yo también desaparecí en sus manos alguna vez. Y lo que marco mi alma vejada por su poder es aquello que nunca podrá borrarse, aquel nombre maldito:
MUSICO
-Basado en hechos reales-
PD: esta historia NO esta basada en hechos reales, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, el uso de nombres está autorizado por reglamentos, única y exclusivamente para esta historia y no debe tomarse como evidencia tangible para posteriores tomas de decisiones y puntos de vista, Musico es chévere no se cnospam
Escrito por Cacherote