Autor Tema: Los señores elementales.  (Leído 1397 veces)

Lilith

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Los señores elementales.
« en: 01 Febrero, 2015, 08:20:50 »
Formando parte de los seres más poderosos de Azeroth, los Señores Elementales juegan un papel muy importante en el desarrollo de los acontecimientos durante el Cataclismo. En este artículo indagaremos sobre su historia, su presente y sus motivaciones.
En un principio, los Señores Elementales eran los esbirros más poderosos de los Dioses Antiguos. Se trataba de criaturas de inimaginable poder que lideraban hordas de elementales, a saber:

    Ragnaros, el Señor del Fuego. Líder de los elementales de fuego y con tendencia a desatar el caos.
    Al’Akir, el Señor del Aire. Dirige a los elementales de aire con una personalidad caótica similar a la de Ragnaros.
    Neptulon, el Cazamareas. Domina los océanos y a los elementales de agua. De naturaleza malvada, ansía la destrucción de Ragnaros.
    Therazane, la Madre Pétrea. Siendo el ente más benevolente de los cuatro, comanda las fuerzas de la tierra.

Los Señores Elementales se enfrentaron a los Titanes, pero fueron fácilmente derrotados ante los colosos y desterrados al Plano Elemental, donde permanecieron encerrados y centraron sus esfuerzos en dañarse mutuamente, obedeciendo a su naturaleza caótica.

Sin embargo, y como cabría esperar, los mortales ansiaban el vasto poder elemental de estos seres y trataron de alcanzarlo. Los enanos Hierro Negro, en la Montaña Rocanegra, trataron de devolver a Ragnaros a Azeroth. Pronto, cayeron sobre su dominio absoluto y obedecían ciegamente sus órdenes. Los planes de Ragnaros consistían en materializarse completamente y arrasar Azeroth hasta los cimientos.
Lo habría conseguido de no ser porque Nefarian se cruzó en su camino para disputarle el control sobre Rocanegra y así trastabillar sus maquinaciones lo suficiente como para que pudieran ser desbaratadas. Ragnaros volvió a ser desterrado al plano abisal de los elementales, donde su odio y su sed de venganza hacia todos los mortales crecía cada vez más.

El resto de Señores no llegó a inmiscuirse en Azeroth durante mucho tiempo, si bien Neptulon dejó una muestra de su terrible poder. Los trolls Gurubashi consiguieron un artefacto que les permitía manipular la magia relacionada con el agua. Al parecer, esto no gustó nada a Neptulon, que envió un Kraken para destruir la nación troll, llegando a anegar vastas extensiones de terreno e inundando completamente la ciudad de I’lalai.
Durante varios años, los Señores Elementales dejaron en paz Azeroth, aislados en el Plano Elemental, hasta que el despertar de Alamuerte sacudió los cimientos del mundo. En busca de aliados de gran poder, el Aspecto corrupto pidió ayuda a los Señores Elementales. Ragnaros, movido por su odio visceral hacia todos los mortales, fue el primero en unirse a la causa. Al’Akir le siguió, entusiasmado con la idea de desatar el caos en el mundo.

Sin embargo, y pese a su naturaleza maligna, Neptulon se posicionó en contra de Alamuerte, debido a la aversión que profesa hacia Ragnaros. Esto le pone en el bando de los mortales, que tratan de defender Azeroth, aunque la motivación del Cazamareas no sea ni muchísimo menos esa.

Therazane, por su parte, acogió a Alamuerte en Infralar mientras se recuperaba de sus heridas. No tenía nada en contra de él. No hasta que, en su fulgurante regreso a Azeroth, puso patas arriba la estabilidad y tranquilidad de Infralar. Esto desató la furia de la Madre Pétrea, que se declara hostil hacia Alamuerte.
Ragnaros y Al’Akir ayudan a Alamuerte desde sus enclaves. El Señor del Fuego se encuentra en la Aguja de Sulfuron (Monte Hyjal), mientras que Al’Akir se esconde en el Trono de los Cuatro Vientos, en Uldum.

Therazane sigue en Infralar, donde ayuda a los mortales a sanar las fallas del mundo, destrozadas por Alamuerte. Por el momento no hace acto de presencia en la lucha que se libra en Azeroth.

Neptulon emerge desde la Fauce Abisal, junto a la Ciudad Sumergida de Vashj’ir. Los nagas y los sin rostro (esbirros de los Dioses Antiguos, ahora aliados con Alamuerte) le asedian en el Trono de las Mareas, y se ve obligado a cooperar con los mortales para resistir.

Otros elementales característicos y de gran poder son:

    Príncipe Thunderaan, el Hijo del Viento. Fue derrotado por Ragnaros gracias a la ayuda de sus esbirros Garr y el Barón Geddon. Sin embargo, no fue capaz de consumir completamente su esencia. Blande la espada legendaria Trueno Furioso.
    Lord Ahune, Señor de Escarcha. Bajo las órdenes de Neptulon, es invocado por el Martillo Crepuscular para atacar a Ragnaros y causar así una guerra elemental.




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