(Aquí les dejo el trasfondo rolero de mi personaje Rohesia, comentar siempre y disfrutar)
Rohesia Trevelyan nació en Ventormenta, hija de unos adinerados comerciantes, los Trevelyan. Era la hija menor de aquel matrimonio, teniendo esta diecisiete años, y su hermano mayor, de veintitrés, formaba parte del ejército real. Rohesia estudiaba en la universidad de Ventormenta las Artes de la Diplomacia, donde esperaba poder acceder a trabajar para la corte del Rey Wrynn, líder de la Alianza. Esta joven aprendió también, desde pequeña, el dominio de los idiomas, y entendía todos y podía hablarlos sin dificultades. Tenía una vida envidiable, pero todo cambió. Y siempre recordaría aquel día.
Ese día viajaba con sus padres a Pico Nidal para entregar mercancías. Su hermano también les acompañaba para proteger el carruaje familiar. Charlaban por el camino, contando historias, cantando canciones de guerras pasadas, hasta que un grupo de orcos les asaltó. Golpearon a todos sus familiares, incluso a ella, pero aún así intentó comunicar con ellos.
- Por favor, tener clemencia... - dijo en la lengua orco, recibiendo como respuesta burlas y risas, y un empujón.
Uno de los orcos, envalentonado por la situación, y seguido de otro compañero, arrancaron el vestido de la joven Rohesia y esta fue brutalmente violada, mientras contemplaba como mataban a sus padres. Cuando los orcos acabaron con ella, uno de estos quería acabar con su vida, pero una mano marrón detuvo el puño de su ejecutor.
- Déjala vivir, que mande un mensaje a sus iguales, que sepan que la Horda va en serio, que Garrosh Grito Infernal no es como el antiguo Jefe de Guerra.
Los orcos sonriendo con una maldad que helaba las venas, la dejaron tirada allí, con los cuerpos de sus familiares, llevándose también el carro con toda la mercancía. Rohesia quedó tumbada allí sin moverse, apenas parecía que respiraba y perdió el conocimiento. Podría haber muerto devorada por lobos u osos, pero para su suerte o su desgracia, un grupo de cazadores enanos la encontró y la llevó a Pico Nidal, donde atendieron sus heridas y la curaron.
Rohesia tras recuperarse de todo lo sucedido, al menos las heridas físicas, marchó a Ventormenta. Solo tenía un pensamiento en su cabeza y era acabar con la vida de Garrosh Grito Infernal y toda su raza de orcos miserables. No dejaría ni uno vivo, se decía, aunque fuera niño, anciano o adulto. Acabaría con toda aquella raza, costase lo que le costase.
Así fue como, Rohesia Trevelyan vendió sus propiedades, o la de sus padres, renunció a su título y se encaminó rumbo a Vega de Tuercespina, tomando un navío rumbo a los Baldíos, en Kalimdor. En la cubierta del barco, recibiendo el aire del mar rumbo a su destino, solo se dijo una frase que dejaba claro su destino, lo que iba a hacer. Sonrió un poco. No le importaba su inexperiencia en la lucha, no sabía nada, pero lo tenía muy claro:
- Es hora de cazar orcos.