Autor Tema: Crónicas de la Guerra en Azeroth  (Leído 2099 veces)

Lilith

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Crónicas de la Guerra en Azeroth
« en: 01 Febrero, 2015, 17:40:02 »
Yo soy Sir Anduin Lothar, hombre de armas de la Hermandad de los Caballos, y guerrero al servicio del Rey. Siento la necesidad de informarte acerca de los eventos que en este tiempo determinan este conflicto. La historia de nuestra batalla contra los orcos inicia cerca de cuarenta años en el pasado.

Debo decirte que lo que vas a escuchar al principio te parecerá incomprensible, por la incomprensión misma de la naturaleza de nuestro enemigo. Como estudiante de la historia y de la guerra, lo único que sé es que entender nuestro pasado es determinante para tomar las decisiones de nuestro futuro.

559 Todo ha sido pacífico por muchas generaciones, y el reinado de Wrynn III es fuerte y próspero. Las constantes revueltas y luchas por el trono que han caracterizado a reyes anteriores no tienen lugar en la corte de Wrynn. El niño mago Medivh ha nacido de la unión del Conjurador de la Corte y una misteriosa viajera. Después de que el niño nació, la mujer desapareció, y el bebé ha sido admitido en la corte como hijo del reino.

564 El niño príncipe Llane ha nacido del Rey Wrynn y Lady Varia. Él es el primero y único hijo de ambos, pero su nacimiento permitirá la continuación de su línea real. Es un gran día para el reino, que se ha celebrado con fiestas y torneos. El Rey Wrynn ha declarado el día festivo para celebrase durante todo su reinado y para marcar la ocasión, le ha dado a cada ciudadano de Azeroth oro sobre su salario.

571 La celebración de la Edad de la Ascensión desde la niñez a la adultez es uno de los mayores acontecimientos de padres e hijos. A Medivh le ha llegado al momento en que se le dé el título de Aprendiz de Conjurador de la Corte. Al acercarse la celebración, el muchacho ha presentado problemas para dormir porque oscuros sueños y figuras aparecen en lo más profundo de sus sueños. Sudando frío, Medivh camina hacia la recámara de su padre. En el momento en que el Conjurador toca su frente buscando la fiebre, un ardiente fuego ha brotado de los ojos del niño. Este haz de luz ha sido observado en la lejana Abadía de Northshire, y un centenar de clérigos ha arribado al castillo. Solamente sus habilidades combinadas con los poderes del Conjurador pudieron contener a Medivh. Como estos poderes son demasiado elevados para él, el muchacho grita en un terrible dolor por las energías que son canalizadas a través suyo. Las horas pasan, quizás incluso días, durante los cuales han luchado para derrotar la furia. Entonces, tan simple como soplar una vela, padre e hijo caen sobre el suelo. El Conjurador yace muerto, drenada su vida, y Medivh ha caído en un profundo

ueño – su corazón apenas late, y solamente un leve suspiro escapa de sus labios. Luego de una larga discusión, el Rey y el Abad de Northshire han decidido llevarlo a la Abadía, para seguridad de niño y reino.

577 Llane ha llegado a su Edad de la Ascensión, y el título completo de Príncipe de Azeroth ha sido investido en él. En su ceremonia, decenas de miles de devotos le han deseado soporte y larga vida. Durante la noche con su familia, y cerca del crono, un viento helado ha comenzado a soplar en el aire. Una gentil brisa al principio, crece luego en intensidad, hasta que las puertas del gran salón se han arrancado de sus bases. Tan pronto ha cesado el viento, una figura ha entrado, semejante a un gran cuervo. Las antorchas del gran salón se han reencendido con un halo azul y la figura de Medivh ha sido revelada. Como el se ha colocado en frente de la mesa del Rey, los guardas le han cerrado el paso. Un simple movimiento de su mano los ha detenido, congelados en sus puestos. El hechicero, hecho ahora un hombre, explica que sus años de sueño han finalizado. Los años de constantes oraciones de los clérigos de la Abadía de Northshire le han permitido tener control de sus poderes. Cuando su espíritu y su cuerpo estuvieron a tono, ha despertado, y ha salido hacia la Fortaleza de Stormwind. Medivh explica que ha venido a reparar el daño que le hizo a la corte y ha aprovechado la ocasión de la ceremonia de Ascensión del Príncipe Llane. De una bolsa que cuelga de su cinturón, ha sacado un cristal de obsidiana, con arenas blancas como la nieve. El joven príncipe lo ha mirado de cerca, pero las arenas se encuentran en constante flujo y nunca se acaban. Medivh clama que estas arenas representan al reino, y tanto tiempo como las arenas nunca se acaben, el reino del Rey Wrynn nunca caerá.

583 Seis años han pasado, y la tierra lentamente se ha secado. Los cultivos han muerto en los ricos suelos del reino. Los niños enferman y nunca se recuperan totalmente. Incluso los corazones de las personas de Azeroth se han vuelto oscuros. El invierno ha sido inexplicablemente más frío y más largo, y el sol del verano crea sequías en la tierra y los días son más oscuros de lo usual. Ningún clérigo o mago ha podido explicar cuál ha sido la causa de estos cambios. Más y más personas se sienten descorazonadas, y donde antes había optimismo, ahora solo hay incertidumbre.

Durante una oscura mañana, el Príncipe Llane acude al lado de su padre, cargando el cristal de las arenas. Durante la noche, las arenas han corrido hacia abajo, y están casi vacías. El Rey Wrynn toma el cristal entre sus manos. Tan pronto como las últimas arenas caen sobre la base del cristal, un sonido estrepitoso rompe las puertas de la ciudadela de Stormwind. Repentinamente, los salones se han llenado de criaturas horribles. Groseramente deformadas, un cruel reflejo de la humanidad, se lanzan sobre los guardias del Rey y los aniquilan. El rey Wrynn, Llane y lady Varia son escoltados por unos caballeros hacia la Abadía de Northshire, prometiendo que las agresivas bestias serán destruidas. Este día no ha llegado aún.

584 A la edad de veinte años, Llane ha sido pronunciado rey de Azeroth. Su misión es clara – raer de la tierra a estas criaturas. Los pocos que han sobrevivido a la batalla se refieren a si mismos como orcos. Cuando son interrogados, prefieren la muerte a dar información. Son crueles, sádicos y viles – no hacen distinción entre soldado o niño, guerrero o mujer. Matan a cualquiera que encuentran sin derecho a súplica. Los pocos humanos que no han muerto por la espada orca son tomados como esclavos y llevados al este, donde los orcos han hecho sus campamentos. Qué hacen con estas personas es aún desconocido, pero lo cierto es que ninguno ha vuelto.

593 Cerca de diez años de escaramuzas y luchas a lo largo de las fronteras ha tenido que resistir el pueblo de Azeroth, pero las hordas orcas siempre han sido rechazadas hacia los pantanos. El rey Llane ha descubierto que los orcos, además de increíblemente fuertes y viciosos, no están bien entrenados en combate, y siempre atacan desorganizados. Esta puede ser la llave para derrotarles, y es una debilidad que piensa utilizar en el futuro. El misterio al que ningún clérigo o mago ha podido encontrar respuesta es el origen de estas criaturas.

En el décimo año de su reinado, el rey Llane recibe la visita de una viajera misteriosa. Ella ha venido a advertir al Rey que la gran batalla contra su némesis esta cercana. También le dice que la unión entre el Conjurador del Rey y ella tenía la intención de crear un niño al cual ella pudiera transmitir sus conocimientos y poderes para bien. Pero no contaba con que fuerzas de otros mundos tratarían de dominar al niño. Ahora ha descubierto que los poderes que corren por sus venas han enloquecido a su hijo. Estos poderes han aumentado tanto que ni ella misma ha podido derrotarlo. La viajera también informa al Rey Llane que Medivh fue el responsable de la llegada de los orcos a Azeroth. Cuando niño, durante la batalla con su padre, había abierto un portal a un lugar al que los orcos, y muchas otras criaturas, llamaban hogar. Los orcos son discípulos del caos, y ni siquiera Medivh tiene control sobre ellos. Asimismo, la viajera advierte al rey que con el tiempo, Azeroth se verá obligado a luchar contra él y si no logran derrotarlo, ciertamente el mundo sufrirá.
Rumores de guerra llegan desde los pantanos. Los ataques sobre nuestros asentamientos, al principio pobremente ejecutados, ahora se han vuelto más organizados. El rey se ha visto en la necesidad de enviar soldados y arqueros a proteger los asentamientos de la Frontera. Rumores del advenimiento de un gran Señor de la Guerra Orco se han expandido por la tierra. Este se ha mostrado como un gran líder y ha unido a los orcos bajo un solo estandarte. Los espías y scouts del rey Llane lo han descrito como astuto y sanguinario. Esta temible criatura tiene por nombre Blackhand el Destructor y su control sobre la Horda orca se ha convertido en una maldición para Azeroth. El rey ha ordenado enlistar nuevos reclutas y entrenarlos en los rudimentos del combate, porque ha llegado el tiempo en que el pueblo de Azeroth deba prepararse para la guerra.




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Re:Crónicas de la Guerra en Azeroth
« Respuesta #1 en: 31 Marzo, 2020, 08:11:53 »
Abría que meter la. Cuarta guerra, que se desarrolló en la BFA.