El oscuro secreto de Legendarioma y Shieru
A las afueras de la ciudad de Lunargenta vivía un hechicero llamado Legendarioma el cual era conocido como un elfo extremadamente extraño, el cual no era muy sociable como el resto de sus compañeros elfos, solo se sabía que se sentía muy atraído por la magia oscura, sin embargo, muchos notaron que Shieru, una elfa igual de extraño como él, era la única que lo acompañaba a todas partes, estaban juntos casi todo el tiempo, se les veía conversabar sobre cosas raras que casi nadie entendía ni querían comprender...
Una mañana del 31 de octubre Legendarioma viaja a la ciudad de Orgrimar como lo hizo los 13 años pasados. Dentro de la ciudad se acercó a dos orcos adolescentes que parecían ser muy manipulables y les dijo que podían comer unos dulces extremadamente deliciosos en su posada.
Ambos orcos aceptaron la invitación ingenuamente, viajaron a los Reinos del Este y de allí se dirigieron a cercanías de Lunargenta donde vivía, al llegar a la posada del elfo observaron que era realmente un desastre, había demasiada basura, muchas velas derretidas y viejos libros botados en el suelo... aparentemente vivía solo y no hacía la limpieza a menudo. Al llegar lo que menos hicieron fue comer dulces, pues a los pocos minutos de llegar a esa posada, Shieru hizo acto de presencia, les habló sobre un altar que ellos le dedicaron al Jinete Decapitado y los invitaron o más bien, los obligaron a participar para comunicarse con él y con los muertos.
Todos se tomaron de sus manos alrededor del círculo demoníaco el cual los llevaría a conocer lo que les dirían los muertos. Tras un breve periodo de tiempo Legendarioma habló y la voz le cambió totalmente, preguntó qué era lo que debía hacer y con quién hacerlo, de repente se escucharon susurros en todo el lugar y se abalanzó encima de uno de los orcos y con una espada que desconocían que tenía, empezó a apuñalarlo ferozmente hasta matarlo. Mientras que el otro orco intentaba con todas sus fuerzas zafarse del agarre de Shieru y cuando lo logró, salió corriendo de ese lugar rumbo a su ciudad Orgrimar, pues no confiaba más que en los de su raza. Cuando llegó a la ciudad se contacto con el jefe de guerra Trall y le contó todo lo sucedido. De inmediato la guardia de élite se dirigió al lugar de los hechos.
Mientras tanto ambos asesinos ya habían lanzado el cuerpo del orco en un río no muy lejos de donde vivían, pero la Guardia de élite los encontró y los metieron en un calabozo donde permanecerán el resto de sus vidas. Durante la interrogación, los dos alegaron que el Jinete Decapitado les había ordenado asesinar a esos dos orcos como lo habían hecho con los otros 13 que la Guardia de Orgrimar había dado por perdidos.
Aún se escuchan voces tétricas en la posada de Legendarioma, se siente escalofríos si te acercas a ella. Se dice que todo aquel que se atreva entrar... jamás volverá a ser el mismo...
Escrita por Legendarioma